Sobre el «Pinocho» de Collodi
1. Lenguajes adaptados. Cuando
los colonizadores dicen que los colonizados no están «maduros para la
autodeterminación” juzgan la cosa sobre el canon de sus propias maneras de
existencia; pero, aun dando por bueno ese criterio y suponiendo que respecto de
él sea cierto el veredicto, no hay que perder de vista hasta qué punto éste se
ha dictado desde el hecho de la propia colonización y a la luz de las
relaciones por ella establecidas. Como con los animales domésticos, se juzga la
inteligencia del colonizado principalmente por su capacidad para entender al
colonizador, para comunicarse con él. Pero ya que la lengua es el medio en cuyo
seno tiene que medirse tal capacidad, hay que ver en primer lugar qué es lo que
pasa con la lengua que corre entre uno y otro; y lo que pasa es que le propio
colonizador empieza por fijar esa lengua -que es la suya- en un estadio de
aprendizaje absolutamente grosero y elemental
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