Monsieur Proust, Céleste Albaret, p. 186
Me hablaba de un lujo inaudito,
de los criados, de las flores, de los cuadros, de las arañas de cristal, de las
joyas, de los coches de caballos que invadían el barrio, llevando y esperando a
los invitados.
-¡Era de una magnificencia
increíble, Céleste, y a veces con unas excentricidades ... !
Y lo evocaba corno un sueño,
aunque no lo aprobara todo.
-Figúrese que una noche, en una
cena de madame Straus, compareció un hombre con un mono vestido con plastrón y
traje completo. Aparte de que a mí no me gustan los animales, era algo de un
mal gusto indecente. Y en casa de madame Greffulhe, con motivo de una fiesta de
disfraces, vi a dos cachorros de león que tiraban de pequeñas carretillas que
contenían los accesorios del baile, conducidos por cuatro de los cuarenta y
cinco sirvientes de la condesa, vestidos de librea. También aquello me pareció
excesivo. Además, aunque los cachorros de león habían sido bien adiestrados,
nada les impidió arrancarle un brazo al portero al día siguiente.
Pero no cabía duda de que sentía
una gran debilidad por madame Greffulhe.
-Hoy puedo confesarlo, Céleste
-me dijo una noche-. Creo que, desde la primera vez que la vi, quedé totalmente
seducido. Tenía raza, clase, prestancia, un modo de erguir la cabeza ... ¡Y qué
forma de llevar un ave del paraíso en el cabello! ¡Era única! Y, con sus manos
ágiles, imitaba la graciosa pose del pájaro sobre el peinado.
-Era innato en ella -me decía-.
Era única. No sé cuántas veces habré ido a la Ópera sólo para admirar su porte
al subir las escaleras. Yo estaba allí, al acecho. La veía pasar, el cuello
graciosamente erguido bajo el pájaro que parecía haberse posado por sí mismo.
Era una delicia.
Pero tuvo pocas ocasiones de ver
a la condesa, salvo en algunas recepciones en su casa a las que era invitado, y
en algunos festejos mundanos, fiestas o bodas. Y se debió en gran parte a los
celos del conde, que no tenía reparos en decir que no le gustaba monsieur Proust
y que no aprobaba la amistad que mantenía con su mujer.
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