Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

DUELO


Monsieur Proust, Celéste Albaret, p. 188

De todos modos, recuerdo que, cuando me habló del duelo que mantuvo en aquel tiempo con el escritor Jean Lorrain por un artículo malintencionado que éste había escrito sobre él, no pude evitar exclamar:

-Monsieur, ¡no es posible! ¡No me le imagino a usted con un revólver! ¡Qué idea, ir a pegar tiros!

-¿Por qué no?

-¡ Usted parece tan tímido y tan dulce!

-No podía escabullirme, Céleste. Era lo que había que hacer.

-¿Como las flores de Todos los Santos?

Se reía.

-Sé que no le gustan los comentarios desagradables -decía yo-. Se nota sólo con ver con cuánta energía arquea la espalda cuando me los repite. ¡Pero de ahí a recurrir a la pistola o a la espada! No me diga que acudió al duelo.

-Claro que sí, Céleste.

-¿Su madre estaba al corriente?

-Sí.

-¡Debió sentirse tan desdichada!

-Es cierto. ¡Pobre mamá! Ella no quería que fuera. Muchas otras damas tampoco. Pero aquel hombre me había ofendido y nadie me movió a hacerlo: fui yo quien quiso ese duelo. Jean Lorrain estaba celoso del prólogo que Anatole France había escrito para mi libro Los placeres y los días; sostenía que sólo era un cumplido de salón para un joven mundano enfermo de literatura. Intercambiarnos unos disparos en los bosques de Meudon al amanecer. Sólo se trataba de un gesto.

Y añadió, burlándose:

-Todo el mundo dijo que yo había sido «muy valiente» ... , aunque cometí la imprudencia de escribir en una carta que había llorado en las horas que precedieron al duelo. Cierto que también había escrito: “... Y sin embargo no soy un cobarde”.


No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia