Hablemos de amor. De pasiones. De sexualidad. Hablemos de todo aquello que no somos capaces de entender pero que necesitarnos sentir para saber que estarnos vivos. ¿Es posible vivir sin ningún tipo de amor? Amor a la humanidad, amor paternal, amor filial, amor cortés, amor romántico, amor de amistad ... Hay tantos amores corno personas y hasta explicaciones. Tantas formas de amar corno de mirar. Pero ¿son todas amor? ¿También las posesivas, tóxicas y hasta vampíricas? ¿Qué es el amor? Los griegos, que repartían el amor en muchas categorías y lo mencionaban con frecuencia, luego -al menos en la Atenas del siglo V a. C.- encerraban a las mujeres «amadas» por sus maridos, las decentes, mientras ellos compartían y departían entre sí y con esas otras mujeres, las hetairas, a las que, supuestamente, no podían amar, sino solo desear. Mi tan admirado corno querido Juan Eslava Galán asegura que es Safo, la poeta griega, quien inventa, un siglo antes y en la isla de Lesbos, el concepto de amor tal y corno lo conocernos hoy. Y es cierto que en lo poco que nos ha llegado de ella cabe casi todo el amor de todos los tiempos.
Inventado, real o puro espejismo cristalizado stendhaliano, el amor es un sentimiento tan inexplicable corno maravilloso, tan extraordinario corno perturbador, que muchos excelsos pensadores detestan por la zozobra que provoca. No solo nuestro gran Ortega y Gasset lo consideraba un «estado de imbecilidad transitoria”, también los griegos y romanos renegaron
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