El verdadero triunfo, el prestigio propio, que decía Juan Benet, la verdadera y sublime gloria solitaria estribarían pues en no ser descubierto en el escondite, no ser reconocido. "La gloria noctura de ser grande no siendo nada", que decía Pessoa. Después de todo, ya hace años que surgió la prregunta entre nosotros y muchos nos hicimos sobrio eco de ella. Hablo de cuando nos preguntábamos, casi obsesivamente, qué era exactamente un autor.
Exploradores del abismo de Enrique Vila-Matas, p. 280
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