Tendal Panader, esa es la denominación con la que la ubicua Luisa; esa gran organizadora de eventos, esa maestra de ceremonias, esa ar tis ta, la simpar Luisa, nos ilustra sobre el tendal de hoy.
Panadero, ¿por qué? Será por la ropa blanca, siempre unida a la harina y a la limpieza de los hornos, o será por la casa que admiramos, ¿es la casa del panadero? Y si es así, ¿dónde está el horno? ¡Ah¡ las viejas casas de aldea, en las que sobresalía como un anuncio de otra buena esperanza la barriga, la gravidez oblonga del horno. Ya no quedan esos hornos, ya no están más que en pocas casas de aldea, en lugares remotos de esta Galicia nuestra, de esta tierra vieja, usada y triste.
Ciao
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