6 de enero
Lo único que hay hoy para
desayunar son los marrons glacés que me han traído los Reyes.
8 de enero
Carmen quiere saber qué hacer con
los adornos de Navidad, si dejarlos un año más o hacer como «la gente normal» y
guardarlos en lo alto del armario. Le pido que deje puestos unos cuantos días
más. Resulta deprimente tener que desmantelar la Navidad. También tengo toda mi
ropa mezclada, invierno, verano y entretiempo. ¡Si todo pudiese ocurrir a la
vez y todo el rato! Es un incordio el tiempo, no solo porque pase tan deprisa y
no nos demos cuenta y ya estemos muertos, sino por su manía del orden, primero
esto, después aquello, después lo de más allá, como una profesora de guardería.
Todo a la vez no puede ser, pero en cambio en nuestra cabeza y en nuestro corazón
todo ocurre simultáneamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario