CARTA A NABOKOV
Las concepciones sobre el espacio
y el tiempo que deseo exponerle han sido desarrolladas en el terreno de la física
experimental, y de ahí procede su fuerza. Son radicales: de ellas se deduce que
el espacio en sí mismo y el tiempo en sí mismo están condenados a desaparecer
como sombras y que solo una especie de unión entre uno y otro conservará todavía
una realidad independiente.
H. MINKOWSKY
TÚ, AHORA QUE YA ESTÁS EN TERRA, y
habitas tu muerte amueblada de trineos, o a menos que seas un espectro de nebulosas
viajando por el anillo de los mundos, la palpitación de un dígito, dondequiera
que estés, un rectángulo de césped amarillo -no-debajo de un almendro de
Montreux, Zembla. De modo que morir era eso. Tú que no verás más la luz
pulverizada de la tarde, ni una hermosa cinta de grasa sobre la acera, ni un
trozo de crepúsculo ondulante en el parabrisas de un taxi. ¿O acaso está el
dejar de vivir/ todavía lejos del estar muerto? Han sido talados los árboles de
Vyra, y un poco de ceniza te cubre las facciones. Querido Sirin, tus insomnios
sobre alfiles y peones en la noche de Berlín, con persianas torcidas como párpados
mal cerrados.
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