David Bowie: Vidas, p. 55
HANIF KUREISHI: Y a menudo me he
preguntado si todo el rollo alienígena no procedería de ahí. Alguien que
observa ligeramente desde los márgenes, que no termina de entender lo que está
ocurriendo. Siempre adoptó el punto de vista de diversos personajes para
escribir, ya desde el principio. No era un gran polemista. No desarrollaba
narrativas. En ocasiones, cuando charlaba con él por teléfono, me transmitía
esa misma sensación que a veces te dan los psicóticos cuando se limitan a
hablar consigo mismos. Una suerte de monólogo en el que la otra persona
simplemente comparte contigo todo cuanto se le está pasando por la cabeza.
Probablemente no lo llamarías locura per se, pero sí que se da una especie de
solipsismo. Por otra parte, como bien sabes, David era una persona increíblemente
cabal, organizada, trabajadora, interesada en un montón de cosas ... de modo
que no podemos decir que fuese psicótico o que estuviera perturbado de un modo
que lo incapacitara. Su madre debía de estar bastante perturbada, después de
haber perdido a dos hijos, uno de ellos esquizofrénico. Indudablemente tuvo que
pasarle factura, ¿no? David decía que provenía de un hogar frío y sin embargo
tenía ese sentimiento de ser alguien especial. De ser un niño muy amado. A mí
nunca me pareció una persona que no hubiera sido querida de niño. No era de
esos que piensas: hostias, menudo rencor les guarda a sus padres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario