De Vineland, Pynchon, p. 161
Esto es importante, así que
escucha. Ocurre en el Jardín del Edén. Entonces, hace mucho, no había hombres.
El paraíso era femenino. Eva y su hermana, Lilith, estaban solas en el Jardín.
Después colaron en la historia a un tipo llamado Adán, para que los hombres
parecieran más legítimos, pero de hecho el primer hombre no fue Adán ... fue la
Serpiente.
-Me gusta esta historia -dijo Takeshi,
acurrucándose sobre la almohada.
-Fue el hombre, sórdido y
escurridizo -prosiguió Rochell. Quien inventó el “bien” y el “mal”, cuando
hasta entonces las mujeres se habían conformado simplemente con ser. Entre
otros timos, los hombres nos convencieron de que éramos administradoras
naturales de ese asunto de la moral, que acababan de inventar. Nos metieron a
la fuerza en el desastre que habían hecho de la creación, toda subdividida y
etiquetada, nos dieron las llaves de la iglesia y ellos se fueron a los salones
de baile y los puticlubes. En fin ... detrás de esas gafas de Osear Goldman de
pacotilla pareces lo bastante listo como para comprender que me estoy
refiriendo a Louise Darryl. Por mucho que se distancie personalmente de la
gente, no le será fácil andar por ahí fuera contigo, porque nunca le ha sido
fácil, y tal vez no estuviera mal que de vez en cuando le dedicaras algún
pensamiento simpático.
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