Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

DE LA BURGUESIA

En Nueva York la gente tiene la obsesión del paquete, del envoltorio, generalmente admirable, muchas veces aparatoso, que envuelve la cosa comprada o recibida. Hacer paquetes, buenos paquetes, perfectos, admirables, es una cosa típica de la civilización burguesa y, por lo tanto, ésta es una cosa típica de los americanos -que, en definitiva, son unos señores que se han tomado a su clase en serio--. En Europa el burgués ya no tiene fuerza siquiera para llamarse burgués. Es un ser humano que se avergüenza de ser de su clase, que no se atreve a llamarse burgués, que tiembla ante un tipo cualquiera que, por estar muerto de hambre, le ridiculiza. La burguesía europea no es ya ni carne ni pescado: a veces, generalmente, es socialista; otras veces, muerta de miedo, defiende una fórmula mágica de política cualquiera. Este estado de espíritu ha contribuido a su definitivo arrasamiento, porque ha sido arrasada por la derecha y por la izquierda. La falta de autenticidad de la burguesía ha creado la Europa ficticia que estamos contemplando, si se exceptúa Inglaterra, que se está formando como un nuevo país, y la Alemania occidental, que por el mero hecho de tener un Ministerio de Economía liberal, ha creado una recuperación inmensa. Y Suiza, desde luego, que es el último país de Europa en que existen burgueses auténticos.

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia