De Del pozo y el Numa de Juan Benet (La Gaya Ciencia, p.14)
La más alarmada forma que últimamente ha adoptado la mentalidad conservadora la constituye la preocupación ecológica. ¿Y por qué, cabe preguntarse, la humanidad ha de inquietarse por mantener su tierra en el mismo o parecido estado en que la recibió? ¿Tan sólo porque tiene conciencia y debe pensar en el futuro, haciendo posible y garantizando su subsistencia en la tierra para beneficio de generaciones venideras? Ciertamente a una mentalidad religiosa que esperaba ver premiado su paso por la tierra en un más allá de bienaventuranza le daba una higa que la tierra quedara esquilmada, miserable asiento para una breve y penosa estadía. Pero el mismo instinto de usufructo gozará todo elemento de cualquier reino, exclusivamente preocupado de su subsistencia y desinteresado de la supervivencia de sus descendientes. El poder de aniquilación de una especie tan sólo se ve frenado por el poder vecino, nunca por la planificación de la economía propia con vistas al futuro. Si el animal esquilma al vegetal y éste al mineral ¿por qué el hombre ha de detener el proceso de usufructo y consumo total de las posibilidades que le ofrecen los reinos inferiores?
1 comentario:
Tras el sarcasmo literario se adivina la mente demoledora del ingeniero.
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