De Verano, de JM Coetzee, p.44
En cuanto a la experiencia en sí (me refiero a la experiencia de la infidelidad, que es lo que aquella experiencia fue, sobre todo para mí), me resultó más extraña de lo que había esperado, y terminó antes de que hubiera podido acostumbrarme a ella. Sin embargo, fue excitante, de eso no hay duda, desde el principio hasta el final. Tenía el corazón desbocado. Es algo que no olvidaré jamás. Por volver a Henry james, en sus obras hay muchas traiciones, pero no recuerdo que haya nada sobre la excitación, la conciencia de ti misma agudizada, durante el acto en sí... quiero decir el acto de la traición. Lo cual me indica que, si bien a James le gustaba presentarse a sí mismo como un gran traidor, en realidad jamás había cometido físicamente el acto de traicionar.
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