cuando desperté estaba sentada en el alféizar acariciando un gato la mujer que se suicidó en esta habitación un día de 1980, el geranio de la ventana tiene sólo una hoja verde, el gato es gris y bisojo, le di un sorbo a la botella de whisky, miré a la mujer que me pidió un cigarrillo, alargó la mano para cogerlo y vi el corte profundo en su antebrazo como si la muerte tatuase una imborrable presencia, no parece una mujer triste, simplemente desconcertada, como si no hallase su sitio en la quietud de la mañana, como una de esas mujeres de algunos cuadros que miran el horizonte desde una ventana abierta al mar o callejones ciegos, pensé que tendría que contarle esta historia al escritor de la habitación 6 de la pensión lausana para que él la transforme en un relato o en un poema que le dé sentido a la presencia de la mujer en mi cuarto
anoche el escritor y yo estuvimos hablando de madrugada hasta cerca del amanecer, revisábamos nuestras vidas como quien hojea un álbum de fotos, nos entregamos autobiografías como intercambiando sellos o cromos, de noche uno se abandona a esos inútiles ejercicios de relatar su vida como si nuestra existencias fuesen singulares, como si nacer fuees otra cosa que un irreparable error, un azar más o menos generoso, pero había que llenar las horas de alguna
3 comentarios:
Éste no es mi estilo de libros. ¿Por qué entonces me atrae tanto este comienzo? ¿Por el efecto intimista? Debe de ser; lo intentaré pensar mientras trabajo (¿podré hacer dos cosas a la vez?) y quizás cambie el café por una visita a la librería...
Saludos, Benetiana.
Fauve.
Es bueno el lirbo, fauve, muy buueno. El autor es orensano
Saludos
Ay, ¡qué ojo tengo! Pues no sabes la de veces que lo he tenido en la mano y al final me he llevado dos de bolsillo por la bolsita, ya tengo tantas que no me caben en la casa ;-)
Mañana sin falta me lo compro. No, pasado, que hay oferta de libros... En la F; lo mismo nos vemos y todo.
Muchísimas gracias por el consejo y saludos con cariño.
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