NABOKOV, LO SENCILLO Y EL ARTE
Ustedes habrán visto, sin duda, alguno de esos manuales horrorosos escritos no por educadores, sino por educacionistas, por gentes que hablan de libros en vez de hablar desde dentro de los libros. Ahí quizás les hayan dicho que el objetivo principal de un gran escritor, y aún la clave de su grandeza, es la “sencillez”. Traidores, no educadores: leyendo exámenes de estudiantes despistados, de ambos sexos, sobre tal o cual autor, yo me he tropezado a menudo con frases –reminiscencias, sin duda, de años más tiernos de escolaridad- como “su estilo es sencillo” o “su estilo es claro y sencillo” o “su estilo es hermoso y sencillo” o “su estilo es muy hermoso y sencillo”: Pues anoten ustedes que eso de la sencillez son músicas celestiales, El Saturday Eveing Post es sencillo. La jerga periodística es sencilla. Upton Lewis es sencillo. Reverte es sencillo. Mamá es sencilla. Las versiones abreviadas son sencillas. La condenación es sencilla. Pero los Tolstoi y los Melvilla y los Benet no son sencillos.
Curso de literatura rusa / Vladimir Nabokov. Barcelona: Bruguera, 1984. p.353
No hay comentarios:
Publicar un comentario