Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INFANCIA

De La isla de la infancia de KO Knausgard, p. 157
Mis padres iban más elegantes que de costumbre. Mi padre llevaba una camisa blanca, americana marrón de tweed con coderas marrones y un pantalón de algodón beige, y mi madre un vestido azul. Y Yngve y yo llevábamos camisa y pantalón de pana, el de Yngve marrón, el mío azul. El día estaba nublado, pero las nubes eran de esas blanquecinas y ligeras que impedían la vista del cielo, pero que no traían lluvia. El asfalto estaba seco y entre grisáceo y azul; en la urbanización, los troncos de los pinos estaban quietos, secos y rojizos. Yngve y yo nos sentamos detrás, mis padres delante. Mi padre encendió un cigarrillo antes de arrancar el coche. Yo estaba sentado justo detrás de su asiento, de manera que no podía verme por el retrovisor si no me echaba hacia un lado. Cuando llegamos al cruce al final de la cuesta del puente, entrelacé las manos y me dije por dentro:
Querido Dios, no permitas que choquemos hoy. Amén.

Siempre decía esta oración cuando emprendíamos viajes algo más largos, porque mi padre conducía muy deprisa, siempre por encima del límite permitido, siempre adelantando a otros coches. Mi madre solía decir que era un buen conductor, y supongo que lo era, pero cada vez que aceleraba e invadíamos el otro carril, yo me estremecía de miedo.

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia