1956
1 enero
Esta noche, cuando volvía a casa (a las dos) a pie, con una tramontana fortísima en contra, pensaba que, a veces, la vida parece más larga que la eternidad. En la cama (glacial), leo los dos últimos números de Il Borghese, hasta las ocho. Me levanto a las cuatro de la tarde. Hace un día despejado, soleado y lívido —sin viento. ¡Año nuevo, vida nueva! Me paso lo que queda del día en casa, junto al fuego.
2 enero
Por la tarde trabajo en Viatge a Catalunya. Mercè me hace compañía junto al fuego. A las siete se levanta otra vez la tramontana. Ceno en Palafrugell, restaurante Reig. Conversación con Martinell y Medir. Vuelta a casa a las dos. Oigo París hasta las cuatro, los resultados electorales franceses. Un desastre comunista y pujadista. En la cama, leo el New Yorker. Me duermo por la mañana.

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