De Kafka, de Pietro Citati
A veces, los pensamientos
angustiosos tomaban otro derrotero. Pensaba en Felice: en lo que perdería
casándose con él: “Yo perdería mi soledad, que en su mayor parte es horrible, y
te ganaría a ti, a quien amo más que a ningún otro ser. En cambio, tú perderías
tu vida tal como la has llevado hasta el momento, vida con la que te sientes
satisfecha casi por completo. Perderías Berlín, la oficina-que te agrada-, las
amigas. los pequeños placeres. la perspectiva de casarte con un hombre sano.
alegre y bueno y de tener hijos guapos y sanos, por los que, si lo piensas
bien, estás sencillamente suspirando. En lugar de esta nada despreciable
pérdida ganarías un hombre enfermo, débil, insociable, taciturno, triste,
rígido. casi desprovisto de toda
esperanza. cuya tal vez única virtud consiste en que te quiere”
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