Te quiero más que a la salvación de mi alma
INCIPIT 160. EL REGRESO DE CASANOVA / ARTHUR SCHNITZLER
En su quincuagésimo tercer año de vida, cuando hacía ya tiempo que Casanova no era acosado a través del mundo por el placer de aventuras de su juventud, sino por el desasosiego de una vejez próxima, sintió crecer en su alma tan impetuosamente la nostalgia de Venecia, su ciudad natal, que, como un pájaro que desde las alturas del aire desciende poco a poco para morir, comenzó a dar vueltas en círculos cada vez más estrechos. Ya a menudo, en los diez últimos años de su destierro, había dirigido instancias al Gran Consejo para que le permitiera retornar; sin embargo, si en la redacción de esos escritos, en la que era maestro, habían guiado antes su pluma la testarudez y la obstinación, como también, a veces, una especie de furiosa complacencia en el trabajo mismo, desde hacía algún tiempo parecían expresarse en sus palabras, humildemente suplicantes, un ansia dolorosa y un auténtico arrepentimiento, de una forma cada vez más inconfundible. Creía poder ser escuchado con tanto mayor seguridad cuanto que los pecados de sus años mozos— entre los que, por lo demás, los consejeros venecianos no consideraban como más imperdonables su indisciplina, su carácter pendenciero y sus engaños, en su mayoría de naturaleza alegre, sino el librepensamiento—comenzaban a caer paulatinamente en el olvido, y la historia de su prodigiosa evasión de las cámaras de plomo de Venecia, que había contado innumerables veces en cortes reinantes, nobles castillos, mesas burguesas y casas de mala nota, comenzaba a predominar sobre otras
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
WIKIPEDIA
Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario