A la pregunta de literatura comercial vs. alta literatura :
"¿Es mejor que haya cuarenta variedades de galletas o que se investiguen las enfermedades raras? Pongamos que elegimos lo segundo ¿Podemos detraer parte de los recursos que se emplean en galletas y destinarlos a investigación médica? En este sistema económico no. Tal ves pudiéramos entrar en los supermercados e introducir mensajes inquietantes en las cajas de galletas. Donde digo cajas ponga usted literatura. Los autores no pueden dejar de hacer galletas, ellos no eligen lo que van a producir; algunos autores pueden, quizás, alterar esas cajas por vías inesperadas."
Muy bueno, ocurrente, curioso y digno. Eso sin olvidar el disparate aquel de BG, en donde quería enmendarle la plana a JB ya su visión pesimista de la guerra civil española de 1936.
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