El plural es una lata, J.Benito
Fernández, p. 484
A las diez de la mañana del
miércoles 6, aunque un día frío luce el sol, a Juan Benet le dan sepultura
junto a los restos de sus padres y hermano en La Almudena, una de las mayores
necrópolis de Europa. Todos los familiares están en torno a la tumba. Todos de
pie alrededor del ataúd miran fijamente la fosa con una mirada vacía, falta de
expresión. Algunos lloran calladamente. Cerca de cuatrocientas personas
acudieron a la despedida. Carmen Romero, Rosa Conde, Clemente Auger, Fernando
Morán, Alberto Oliart, Carmen Delgado de Torres, Joaquín Leguina, Máximo Cajal,
Elías Querejeta, Álvaro de Luna, Manuel Matji, Miguel Ángel Aguilar, Luis
Carandell, Pedro Altares, Rafael Sánchez Ferlosio, Javier Pradera, Carmen
Martín Gaite, Jaime Salinas, Vicente Malina Foix, Javier Marías, Manuel de
Lope, Juan Cruz, Rafael Borrás, Antonio Martínez Sarrión, Eduardo Chamorro,
Rocío Martínez, Mariano Antolín Rato, Marisa Torrente, Marcos Giralt Torrente,
Gonzalo Torrente Ballester, Silvia Llopis, José Esteban, Jesús Aguirre,
Francisco Rico, Enrique Pérez Galdós, Peche y Pablo García-Arenal, Jesús Méndez
Sáez, Ignacio Pérez de Juan, Joaquín Díez-Cascón, Pilar Gutiérrez, Arturo de
Castro, Javier Rodríguez Ibrán, Eduardo Sánchez Várez, Consuelo Giménez
Sánchez, María Jesús Martín-Ampudia, etcétera. Una vez tapada la huesa, se
deshace el apiñamiento.
Por la tarde, Jaime Salinas
telefonea a la poeta y traductora Julia Escobar Moreno para convenir una sesión
de trabajo en sus memorias. Julia cree que Jaime prefiere aplazar la cita, pero
no. Con una voz de infinito pesar, él le comunica que se ha quedado totalmente
huérfano de amigos íntimos y que esta pérdida es la que más le ha dolido. Al
final, se emplazan para almorzar juntos el día siguiente cerca del domicilio de
Jaime. En torno al mantel, consternado a la vez que burlón, le confesó a Julia que
en el entierro de Juan Benet había tanta prima donna, que ya no se sabía muy bien
quién era el muerto.
El Colegio de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos celebra el 21 de enero un funeral y concierto a las
seis y media en la iglesia de San Manuel y San Benito (Alcalá 83) en memoria de
Juan Benet Goitia. Aunque de enorme influencia intelectual, Benet dejó escasa
huella literaria -sería ridículo intentar imitarle-, pero sí discípulos. Solamente
la gloria sobrevive a la muerte.