Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INCIPIT 1.558. CUADERNOS DE FORMENTOR 3


Pero, por duchampiano que fuera El impulso invisible, eso no inpedía que la idea de colocar aquella brisa en el corazón de la Docmnenta 13, de colocarla en el centro espiritual de la misma, fuera por sí sola una idea genial y produjera hasta cierta alegría. De hecho, me permitió experimentar por momentos un atisbo de «instante estético», algo que recordé que era una de las cosas que había ido a buscar a Kassel: una especie de instante de armonía que no sabía muy bien en qué consistía, pero que me interesaba catar. Y, por otra parte, adc1nás, qué diablos: aquella brisa invisible me llenaba de un raro pero en cualquier caso interesante bienestar y me parecía que eso ya justificaba por sí solo todo mi viaje a Kassel. Me fascinaba y no me importaba saber por qué ejercía sobre mi aquella atracción. Quizás fuera suficiente con saber que me producía inmediato buen humor, que era lo mismo que me ocurría con el placer intrínseco de las mañanas -que yo comparaba con el arte del olvido, ese arte de la  desmemoria tan ligero como el propio aire matinal y siempre liberador- mientras que las tardes y  sobre todo las noches., en cambio, sólo me conducían al malestar en cuanto que me resultaban graves y amargas como el propio arte de la memoria, ese mie que sólo traía el  recuerdo tenaz del pasado y que era terrible aliado del rencor y la melancolía.


No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia