1. La periferia existe
1983 comenzó el 28 de octubre de
1982. Aquel día el PSOE arrasó en las urnas y se hizo con el Gobierno. La
jornada, con aroma a nueva era, tuvo su punto culminante de madrugada, cuando
el larguísimo recuento electoral ya evidenciaba una tendencia imposible de
revertir. Televisión Española llevaba varias horas emitiendo un programa de
fórmula novedosa para un momento tan señalado. Se llamaba La noche de todos y en
él se iban alternando la información del escrutinio desde plató con una gala
musical presentada en directo por José María Íñigo desde Florida Park, la
célebre sala de fiestas del parque del Retiro. En el exacto momento en que Juan
Pardo hacía gorgoritos cantando “Suspiros de amor», la imagen saltó al estudio
y el periodista Lalo Azcona dio paso a un reportero ubicado en el Hotel Palace,
donde estaba instalado el cuartel general socialista. Estaba jadeante como un
locutor de radio en la meta de una vuelta ciclista. “Conexión,- conexión, conexión
Torrespaña”. En imagen, sin solución de continuidad, un tropel de fotógrafos y
militantes rodeaban al hombre que todo lo acaparaba en ese instante. Felipe
González se subía al estrado para hablar. Aliado, su mano derecha, Alfonso Guerra.
Junto a ellos, aplaudiendo, el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván. El
himno de la campaña, compuesto por Julio Mengod con aires de melodía épica de
Vangelis, fue desvaneciéndose al abrirse el micrófono del líder socialista
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