Madrid, 16 de julio de 1964
Querido Juan Benet:
Mucho tengo que retroceder en el tiempo para recordar dos horas tan buenas como las que pasé ayer en tu casa. Son de esas que almacenan beneficio y lo van desplegando después y a distancia. Por eso hoy me doy más cuenta que ayer de lo bien que me sentaron. No te lo puedes ni figurar.
Adiós.
No dejes de venir algún día para traerme los Ensayos de incertidumbre. Que estés bien, y gracias por todo.
Tu amiga
Carmiña
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