WILLIAM FAULKER. LA MANSION
LA OBRA
La aparición de La mansión en 1959 supone uno de los hitos más importantes de la literatura norteamericana moderna, Con ella William Faulkner da fin a la trilogía de los Snopes, que comenzó con “El Villorrio” (1940) y prosiguió con “La ciudad” (1957).
La mansión es una crónica exhaustiva de la vida norteamericana de provincias, un retablo de las más variadas situaciones novelísticas y de las motivaciones humanas más entrañables, surgidas en el proceso vital de unos seres, hijos de la imaginación, que, no obstante, se nos imponen con su insuperable caudal de humanidad.
El lector de Faulkner volverá a encontrar en este libro a los viejos personajes de “El villorrio” y de “La ciudad”, discurriendo con sus pequeñas y grandes miserias; en el ambiente preferido por el autor: los estados del Sur americano.
Flem Snopes, el hombre enamorado del dinero; Eula, su mujer, de electrizante sensualidad; su hija Linda; y la humanísima figura del abogado Stevens, así como infinidad de personajes secundarios, son los protagonistas de esta novela, con la que William Faulkner cierra la que constituye su obra más importante; la saga de los Snopes, sabiamente construida en tres etapas independientes, cada una de las cuales puede leerse sin necesidad de conocer las demás.
ARGUMENTO
Mink Snopes, humilde granjero del Recodo del Francés, entra en litigio con su vecino Jack Houston por haber mantenido éste en sus pastos y en su camada una vaca de su propiedad. El pelti, cuya solución considera Mink injusta y ofensiva, le lleva a la determinación de asesinar a Houston. Mink es condenado a cadena perpetua en la penitenciaría de Parchman y solicita reiteradamente l ayuda de su primo Flem Snopes, hombre de influencia en el condado de Yoknapatawpha y banquero de Jefferson. Flem se la niega. Gracias a su buena conducta en el penal, Mink está a punto de obtener el indulto a los veinte años de prisión, pero Flem, que teme represalias por parte de su primo, manda a presidio a otro de sus parientes para que complique a Mink, en un intento de fuga. Como consecuencia de ello, Mink es condenado a veinte años más de cárcel.
La hija de la mujer de Flem, Linda –viuda de un escultor judío y comunista, y sorda a consecuencia de la explosión de una bomba-, enterada de la injusticia cometida en la persona de Mink, obtiene la libertad de su tío, con la ayuda del abogado Gavin Stevens y de un amigo de éste, V.K. Ratliff. A los trenita y oho años de su ingreso en Parchman, Mink Snopes logra la libertad, se traslada a Jefferson, penetra en la mansión de su primo Flem y lo asesina. Paralela a esta historia, discurre otra no menos importante: la de los frustrados amores enter Linda kohl Snopes y Gavin Stevens.
PERSONAJES
Mink Snopes. Es un hombre de poca corpulencia y escasa estatura. Durante los treinta y ocho años de permanencia en la penitenciaría vive con la esperanza de encontrarse un día en libertad para vengarse de su primo Flem, responsable de su prologado cautiverio. Mink es un tipo cazurro, desconfiado, que vive su resentimiento contra la sociedad con obsesiva intesnsidad.
Flem Snopes. Primo de Mink. De escasa corpulencia física. Impotente sexual. El hombre inteligente de la familia. Gracias a sus inconfesables manejos obtiene uno de los dos bancos de Jefferson. Su amor al dinero le lleva al desprecio absoluto de toda norma moral. Acostumbra vestir de negro, con corbata de lazo, y a cubrirse, cuando va por la calle, con sombrero de “banquero”, que sustituye en su casa y en la oficina por otro de alas anchas, como el que usan los plantadores de algodón. Encarna la frialdad, el egoísmo y el cinismo humanos. A pesar de ello, su muerte, viril y serena, le redime, en parte, de sus pasadas bajezas.
Gavin Stevens. Abogado de Jefferson. Representa, como contrapartida, la espiritualidad del hombre. Generoso, desinteresado, sensible y escéptico. Tipo de mediana estatura, delgado, que viste con buen gusto. Hombre sano de principios, lucha contra la deshonestidad imperante en la sociedad de los estados suristas americanos.
V.K. ratliff. Fornidom robusto. Hombre franco, abierto, descendiente de familia esclava asentada en Virginia. Vendedor de máquinas de coser y de radios. Cocina bien y él mismo se confecciona sus famosas camisas azules. De escasa estatura, posee un formidable sentido común y es la personificación de la entereza, el humor y la sabiduría popular, así como un archivo viviente de personajes y acontecimientos del condado de Y. y aún del estado de Mississippi.
Eula Varner. Hija de Hill Varner, terrateniente del Recodo del Francés. Mujer de gran belleza, opulencia física y de extraordinaria sensualidad. Encinta de Hoare McCarron, uno de los muchachos del Recodo, se casa con Flem Snopes, quien reconoce como suya a la criatura.
Linda Kohl Snopes. Hija de Eula Varner y de McCarron. Mujer delgada y alta, con un mechón blanco a lo largo de la cabeza, muy atractiva, y que ha heredado la sensualidad de su madre. Se casa con un escultor comunista y en la guerra de España queda sorda por rotura de tímpanos producida por la explosión de una bomba. Interesante y enigmática, confiesa al final del libro su amor hacia Gavin Stevens.
AMBIENTE
El ambiente es, por lo general, rural o el propio de una población cono Jefferson, capital del condado de Y. La acción discurre desde 1920 hasta 1938 y abarca los treinta y ocho años de la condena de Mink.
La mansión es, en esencia, un estudio psicológico de gran número de personajes, un libro de gran hondura humana, impregnado todo él de un hálito de poesía primaria, eficacísima, cuya acción comprende los cuarenta primeros años de este siglo. Como en casi tos sus libros, William Faulkner emplea su personalísima técnica novelística, en algunos momentos difícil, siempre eficaz, y servida por un estilo y por un lenguaje reiterativo, directo, con el que logra efectos de una poesía elemental, inimitable,
La mansión, es, en resumen, un gran acierto de uno de los más grandes escritores de nuestra época.
LA MANSION
INCIPIT
Este libro es el último capítulo y la consumación de una obra concebida y comenzada en 1925. Como sea que el autor gusta de creer, y así lo espera, que su obra completa constituya una porción de literatura viviente y considerando que “vivir” supone movimiento y “movimiento” cambio y alteración y que, en consecuencia, la antítesis del movimiento es la inmovilidad, el éxtasis, la muerte[1], será fácil encontrar discrepancias y contradicciones en el transcurso del os treinta y cuatro años que abraca la presente narración. El propósito de esta nota es, simplemente, hacer saber al lector que el propio autor ha descubierto más contradicciones y discrepancias que las que espera que el lector pueda hallar, contradicciones y discrepancias producidas por el hecho de que el autor cree en la actualidad saber mucho más acerca del corazón humano y sus problemas de lo que sabía hace treinta y cuatro años; y está seguro, además, de que, por haber vivido con sus personajes durante todo este tiempo, los conoce hoy mejor de lo que los conocía entonces.
FINIS
Pero ahora podía exponerse, aunque sólo fuese para demostrarse a sí mismo de lo que era capaz. Y tan pronto como pensó eso, le pareció que él, Mink Snopes, que había pasado la mayor parte de su vida atormentado por problemas y preocupaciones innecesarios, comenzaba a huir, a escapar, a fluir de su propio ser, como si se adormeciese. Casi podía verlo esparciéndose sobre las pequeñas hierbecillas y las delgadas raíces de la maleza, penetrando en los minúsculos agujeros que los insectos abrían en el suelo, sumiéndose en la tierra cada vez más y más abajo, llegando a la región desconocida, ignota, donde una infinidad de seres que, durante su vida se habían amargado con problemas y preocupaciones, se encontraban ahora libres, de modo que era la tierra, el suelo, quien tenía ahora que angustiarse, que apenarse, que afligirse con las esperanzas, las pasiones y los miedos, la justicia y la injusticia y el dolor, dejándoles a ellos libres, mezclados confortablemente, sin que nadie se preocupase de adivinar quiénes eran los demás, porque eran todos iguales, todos buenos, todos valientes, todos desconocidos. Porque todos eran hermosos, altivos, valerosos y desde allí presidían el desfile de los fantasmas y los sueños que constituyen la esencia de la vida humana, Helena y los obispos, los reyes y los ángeles sin hogar, los serafines despectivos y malditos.
W.F.
[1] Cf.Sade
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