–Esta actriz es una anciana. Tiene mi edad. Es imposible que haga de Blanca.
–No te preocupes, Milena. Le
pondremos una coleta como la que tú llevas, unas alpargatas de Cadaqués y ya
verás lo creíble que resulta brincando por las rocas.
–No. Es imposible. En serio.
No había sido fácil. Desde la
publicación de También esto pasará en 2015, los derechos para la película
habían pasado por tres productores, varios directores y un montón de actrices.
Por el camino, había perdido a mi agente (me había despedido), mi editor
originario se había jubilado (y había sido felizmente sustituido por la única
otra editora en lengua española que había visto el potencial de la novela y
había mostrado interés en publicarla) y había escrito tres o cuatro libros más.
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