Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INFANCIA RECUPERADA

París de Marcos Giralt Torrente, p. 46-47
Algo distinto es lo que ocurre con las horas inmensas que se mantienen despobladas, con codo ese tiempo perdido que no sé encerrar en imágenes ni acierto tampoco a recuperar por medio de la palabra. Suele decirse que es con la vejez cuando las imágenes de la infancia regresan, y que hasta entonces perduran en la nebulosa, un túnel cada vez más profundo de paredes lisas e iguales del que sólo penden unas pocas bombillas insuficientes para iluminarlo en toda su extensión. Tal vez la sensación de vado proceda de ahí, y tenga que esperar a esa edad para que lo que ahora es sombra se nutra de luz, para que las figuras y las conversaciones, los temores y las horas gastadas en común, los juegos y también las discusiones y los momentos de tensión que sin duda hubo, se presenten de nuevo ante mí tal y como fueron, distintos unos de otros. Mi madre por las mañanas al despertarme; mi madre metiéndome prisa para que no perdiera el autobús del colegio; mi madre saliendo de casa para ir al suyo en coche; mi madre en casa, cuando yo regresaba a las seis y ella ya estaba allí desde el mediodía; mi madre empeñándose en que hiciera los deberes; mi madre preocupada; mi madre alegre; mi madre como única espectadora de mis gracias de niño; mi madre leyéndome los libros que por mi mismo no leía; mi madre contestando a mis preguntas; mi madre mandándome a la cama y viniendo luego a darme un beso; mi madre cerrando la puerta; mi madre dejándose acariciar o acariciándome ella... Idas y venidas del colegio; fines de semana que, antes de llegar, crecían ante mis ojos para apagarse, una vez llegados, con el gris mortecino de cada domingo; días distintos y a la vez iguales, días cortos y largos, días en los que al regresar a casa sólo la tenía a ella. Los instantes por evocar son muchos y se anulan entre sí, se superponen unos a otros con la fuerza de lo que no se altera. 

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia