Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INCIPIT 335. TRAS LOS PASOS DE RIPLEY / PATRICIA HIGSMITH

1
Tom avanzó con el mayor silencio posible sobre el suelo de parquet, cruzó el umbral del cuarto  de baño, se detuvo y escuchó.
Zz-zz-z-zz-zz-zz.
Las laboriosas bestezuelas volvían a hacer de las suyas, aunque Tom aún podía oler el Rentokill que había inyectado en sus agujeros de salida aquella misma tarde. Los bichos seguían  serrando, como si los esfuerzos de Tom no hubieran servido para nada. Echó un vistazo a la toalla de manos color rosa que estaba doblada debajo de uno de los anaqueles de madera y vio que ya se habia formado un minúsculo montoncito de serrín fino.
-¡Cerrad el pico! -exclamó Tom, golpeando el armario con un puño.
Cerraron el pico. Silencio. Tom se imaginó a los bichitos que empuñaban sierras haciendo una pausa. mirándose unos a otros con aprensión, pero, al mismo tiempo, moviendo la cabeza -como si dijeran e Ya ha ocurrido antes. Es el "amo" otra vez, pero se irá dentro de un minuto:.. También a Tom le había ocurrido otras veces: si entraba en el cuarto de baño con pasos normales, sin pensar siquiera en las carcomas, a veces detectaba su zumbido antes de que ellas le detectasen a él. Sin embargo, si daba un paso mal o abría un grifo, los bichitos permanecían callados durante unos minutos. Heloise decía que Tom se tomaba el asunto demasiado en serio.
-Pasarán años antes de que hagan caer el armario.

Pero a Tom le molestaba el hecho de que le hubiesen derrotado las carcomas.

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia