Todas las tardes el trayecto en tranvía en dirección a La Luna, que era su café favorito. Tanto el doctor Vigil como su secretario envejecían en ese monótono recorrido, hablando siempre de lo mismo. De cómo para ellos, pese al trato diario con los dementes, ya no había en su trabajo cambios ni margen alguno para la novedad. Y de cómo la experiencia les había enseñado que la locura no era nada atractiva, sino más bien profundamente aburrida. Todos los días, a la salida del trabajo del manicomio, comentaban la falta de genialidad de los locos. Les gustaba hablar de esto en el tranvía. Luego, en La Luna, pedían una botella de anís del Mono y, antes de hablar de toros o de fútbol, bebían en silencio mientras recordaban las ilusiones perdidas. Todas las tardes, unos sorbos de anís para evocar los malos tragos de la vida. Todo monótono y gris, ligeramente nimio. Así iban pasando los días, con su parsimonia estéril y aplastante. Así llegó ese
5 comentarios:
Éste me falta. Bueno, y algunos más, pero éste es mi estilo. Vila-Matas es mi estilo. Y hablando de estilos, va la carta debida y con retraso (pero la culpa es de Correos, que conste):
Querido autor de este blog,
Siguiendo sus recomendaciones, compré el libro La soledad de las vocales, aún advertida de que no era mi estilo pero por la sugerencia de que era muy bueno y por el párrafo que aquí leí y que tanto me atrajo. Me lo leí de un tirón y... me chifló.
Muchas gracias por la recomendación, tendré que seguir más de cerca las demás.
Recuerdos a todos.
Con cariño,
Fauve.
Pd.- Se le olvidó mencionar que el autor es de O Barco de Valdeorras (Valedoras, dice el libro; un día alguien tendrá que explicar por qué todos los nombres de los sitios gallegos son tan difíciles de escribir para los medios), que eso sería otro puntazo a su favor...
Y sigo con -o vuelvo a- "mi" Vila-Matas ;-)
Me gustó ese libro, incluso en su brevedad.
A mí me gustará. Seguro.
Lo que me niego a aceptar es eso que dicen algunos, caro autor de Biblincio, de que "tal" es el mejor libro de él, o "tal otro". No dudo que los críticos consideren unos mejores obras de arte o literariamante o lo que sea como mejores, pero que te lleguen... aaaah, eso es otra historia; para mí todos son igual de buenos; unos me llegan de una manera, otros de otra; pero todos me encantan, son como hijos, a todos los quieres aunque tengas un ladito del corazón reservado para cada uno... Aunque mi favorito siempre será "Doctor Pasavento", ya que aparte de mil casualidades que me pasaron con ese libro, justo con ese, me lo regaló alquien a quien quiero mucho un día -de mi santo y ese mismo día me devolvió el afán por la lectura, me enganché y me enamoré de sus libros. Empecé a leerlos "del revés" cronológicamente, yo que soy contraria a todo orden ordenado (me gusta el caos conocido); hoy termino los "Recuerdos Inventados" (en realidad ese ya lo leí en cierto viaje a Lugo) y cuando los termine leeré los primeros... Es mi forma de vida ;-)
Y me alegra sobremanera que tenga tanto éxito y tantos admiradores; una obra como la suya no merece ser escondida y desaprovechada, es como un cuadro de Velazquez que debemos ver todos...
Saludos, PI.
Fauviña.
Mi preferido de Vila Matas es EL viaje vertical, curiosamente el menos valorado por el escritor
Es bueno con ganas. No hagas caso al escritor: quizás, como la modestia del sabio, no lo defiende precisamente porque sabe de su valor.
Saludos,
fauve.
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