Querida Venus:
Si lo que dicen es cierto y mi país está agonizando, tal vez yo pueda decirles por qué. Ya ves, chiquilla, la conciencia es un órgano vital, y no un aditamento como las amígdalas o las vegetaciones.
Mientras tanto, mi enhorabuena. Ahora te unes a un numeroso contingente de jóvenes: el de todos aquellos condenados a ofrecer a la venta las purulentas memorias de un viejo familiar. Pero tú no tendrás que ir lejos: sólo hasta Gagarin Press, en Jones Street. Y preguntar por el señor Nosrin. No te preocupes: no voy a hacer lo que aquel pobre tarado del que leímos que mandó a revelar a One Hour Photo carretes enteros de sus trabajos manuales. Lo he arreglado con Nosrin: no se le debe nada, todo está pagado. Además, es compatriota mío, así que lo entenderá. Quiero una tirada de un solo ejemplar. Y es tuyo.
Siempre me has preguntado por qué nunca "me abría", por qué me resultaba tan difícil "dar salida" y "liberar presión" y ese tipo de cosas. Bien, con un pasado como el mío, vives en gran medida para esos ratos en que no estás pensando en ello -y está claro que el tiempo que pasas hablando de ello
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