DF Wallace portátil, p. 658
Ya sea por razones artísticas de
base, o bien por razones personales neuróticas, o por ambas, Borges funde al
lector y al autor en una nueva modalidad de agente estético, que crea historias
a partir de otras historias, para quien la lectura es esencialmente -y
conscientemente- un acto creativo. Esto, sin embargo, no se debe a que Borges
sea un metanarrador ni un crítico hábilmente camuflado. Se debe a que sabe que
en última instancia no hay diferencia, que asesino y víctima, detective y fugitivo,
intérprete y público son lo mismo. Obviamente, esto tiene implicaciones
posmodernas (de ahí lo que decía antes del puente), pero en realidad la visión
de Borges es mística, y profunda. Y también temible, puesto que la línea que
separa el monismo del solipsismo es fina y porosa, y tiene más que ver con el
espíritu que con la mente en sí. Y en cuanto programa artístico, esta especie
de colapso/trascendencia de la identidad individual también resulta paradójico,
puesto que requiere una grotesca obsesión por uno mismo combinada con un
borrado casi total del yo y de la propia personalidad. Dejando de lado tics y obsesiones,
lo que hace que un relato de Borges sea borgiano es la extraña e inevitable
sensación que transmite de que no lo ha escrito nadie y a la vez lo ha escrito
todo el mundo. Es por eso, por ejemplo, por lo que resulta tan irritante ver
que Williamson describe “El inmortal” y “La escritura del dios” -dos de los
relatos místicos más enormes y sobrecogedores nunca escritos, al lado de los
cuales las epifanías de Joyce o las redenciones de O'Connor palidecen y
resultan toscas- como productos respectivos de «los muchos niveles de angustia»
de Borges y de la “indiferencia a su destino” después de que lo dejaran
diversas novias idealizadas. Esa clase de afirmaciones indica que no se ha
entendido nada. Por mucho que las afirmaciones de Williamson fueran ciertas,
los relatos trascienden de forma tan absoluta su causa motriz que los datos
biográficos se vuelven, en el sentido más profundo y literal, irrelevantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario