Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

GATITO

Tan lejos, tan cerca, Jonathan Safram Foer, p. 255-256
Expliqué: «Dado que las radiaciones de calor viajaron en línea recta desde la explosión, los científicos pudieron determinar la dirección hacia el hipocentro desde un número de puntos distintos con solo observar las sombras dibujadas por los objetos que había en medio. Las sombras indicaban la altura del estallido de la bomba, y el diámetro de la bola de fuego en el momento en que alcanzaba el punto máximo de carbonización. ¿No es fascinante?».
Jimmy Snyder levantó la mano. Le di la palabra. «¿Por qué eres tan raro?». Le pregunté si se trataba de una pregunta retórica. El señor Keegan lo envió al despacho del director Bundy. Algunos chicos se rieron. Yo sabía que se reían en el mal sentido, es decir, de mí, pero intenté mantener la confianza.
«Otro rasgo interesante relacionado con la explosión fue la relación entre el grado de calor y el color, ya que, obviamente los colores oscuros absorben la luz. Por ejemplo, aquella mañana dos grandes maestros disputaban una partida de ajedrez con un tablero de tamaño natural en uno de los grandes parques de la ciudad. La bomba lo destruyó todo: los espectadores en sus asientos, la gente que filmaba la partida, las cámaras negras, los marcadores de tiempo, incluso a los grandes maestros. Solo quedaron las piezas blancas en los cuadrados blancos.»
Mientras salía de clase, Jirnmy dijo: «Hey, Oskar, ¿quién es Buckminster?”. Se lo dije: «Richard Buckminster Fuller fue un filósofo, científico e inventor, famoso por diseñar la bóveda  geodésica. Creo que murió en 1983». «Me refiero a tu Buckminster», dijo Jimmy.

No sabía por qué lo preguntaba, porque solo un par de semans antes había llevado a Buckminster al colegio y lo había tirado desde el tejado para demostrar que los gatos alcanzan la velocidad terminal adoptando forma de paracaídas, y que la verdad es que tienen más posibilidades de sobrevivir si caen de un vigésimo piso que desde un octavo porque tardan unos ocho pisos en darse cuenta de lo que está sucediendo, relajarse y corregir la postura. «Buckminster es mi gatito», dije.

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia