Humos como siempre –malos humos, buenos humos, muchos cigarrillos-, pero cada vez menos, y más triste, o más siniestro… El cuento no es odioso no racista, pero sí malo…
Criadas y señores; mayores y pequeños; normales y prodigios; feos y no tan feos…
Destacan, como siempre, los buenos diálogos: esa mezcla de la conversación sobre el niño y la situación de las tazas de té; esos pequeños detalles realistas: ce petit rien que fa tout.
El niño se escapa desde los dos años: todos escapamos, y no es para menos… El cuento es crudo, pero se le escapa un detalle “cursi”: las lágrimas del niño. Algo que nos muestra el reconocimiento de la infinita desgracia, de saber que desde hace mucho algo andaba mal en este cosmos, en esta vida. El pequeño pirata también es precoz; también es prodigio, como sus tíos y su madre.
De pleno interés: Un cuento con velocidad de escape; lleno de epifanías; y con un Macgufin: el Moisés o moisés. Pero, ¿qué es un moisés? En otro texto de crítica se entiende que el niño entiende “cometa” por moisés ¡vaya lío¡ El cuento está también traducido por Marcelo Berri en Bruguera; no se puede decir que JDS haya tenido suerte con sus traductores en castellano.
PERO NADIE HABLA DE PORQUÉ SE ESCONDE
camino:
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2 comentarios:
Es un problema de traducción. En inglés el niño escucha a Sandra decirle a la otra que su padre es un estúpido "kike" (un término derogatorio para Judío en inglés) y el niño, cuando la mamá le pregunta por el significado, le da a entender que entendió "kite" (cometa). Lo que el niño entiende en esa discusión es que el papá se va a ir. Por eso llora.
Cierto, pero con la "traducción" de Edhasa no te enteras de nada de eso. Se habla de un moisés, esa cunita que se usa cunado los niños son muy pequeños -que por cierto, se supone que era donde estaba Moisés cuando fue salvado de las aguas. Para nada se da a entender la palabra cometa ni el tema del insulto.
Un desastre.
P
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