Ayer noche vi Sospecha, y me reía sólo. Pensaba sobre todo en lo que les decía Hitchcock a los pelmas de Cahiers y a sus teorías del cinema-verité:
"El cine no es un trozo de vida; es un trozo de pastel"
Y así es: la película es divertidísima en su primera media hora: lujo, carreras de caballos, la caza, bailes con muselinas, cumbres borrascosas. Después se convierte en una enorme intriga y es siempre sorprendente la cara que pone Cary Grant ante las dudas sobre si es o no es un asesino. La cámara lo enfoca y él nos mira interrogando; es posible que hasta el final no decidiesen que él no podía ser una asesino -comercialmente hablando.
La escena de la leche, además de ser muy muy tórrida es tremenda. El director colocó una bombillita dentro del vaso para que brillase el delito.
Y es tan freudiana.
3 comentarios:
Me encanta su crítica de Sospecha, Monsieur Pinció
Señor Dr., muchas gracias
Ayer vi Atraco perfecto de Kubrick. Buena pero no muy muy buena. Lo mejor el jazz al fondo
PI
¡Ay! ¡Qué ganass de verla otra vez!
Me sumo al piropo del doctor, que no es piropo sino realidad.
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