Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

FEMINISMO

Vamps & Tramps, Camille Paglia, p. 100

Como feminista, detesto la reducción retórica de la mujer a saco de entrenamiento pasivo, que es la premisa básica del «síndrome de la mujer maltratada”. Los hombres golpean a las mujeres por otra razón: porque la superioridad física es su única arma contra un ser mucho más poderoso que ellos. El golpe no subordina; equipara. La agresión se expresa en más de una forma en el ciclo de la violencia doméstica (que incluye los mucho menos denunciados malos tratos a maridos). La polémica táctica de exhibir horripilantes fotos policiales de los rostros magullados de las mujeres elude la verdadera cuestión. ¿Qué es lo que condujo al momento de la sala de urgencias? Una cámara de vídeo que grabara el episodio antes y después del ataque alteraría la visión percibida en blanco y negro de los ogros masculinos y las mártires femeninas. Esto no es una excusa para el comportamiento grosero de los hombres; es para despertar a las mujeres a su igual responsabilidad en la disputa y la confrontación.

Cualquier mujer que permanezca con quien abusa de ella después del primer incidente, se convierte en su cómplice. Conjeturo el escenario básico de muchos casos como sigue. El atacante, como el adúltero en serie, es una personalidad infantil que se obsesiona con el arquetipo de la madre representado por su esposa. Exige su atención absoluta, el narcótico de su silencioso consuelo. Pero disfruta compulsivamente alterando su compostura y destruyendo el equilibrio familiar que ella se esfuerza tanto por  mantener. Cuanto peor se porta, más siente ella que él la necesita. Ella encuentra sus gamberradas adolescentes tan desalentadoras como entrañables; y, todo sea dicho, sexualmente excitantes.

Ella le provoca a su manera, con pequeñas afirmaciones aguijoneantes de su territorio y de su dominio sobre él. Ella da a entender que él es inepto, incapaz de cuidarse solo sin ella. Cuando él adopta una actitud y plantea exigencias, ella es vaga, vacilante; él no puede llegar hasta ella. Él encuentra su sereno autodominio intolerable porque en última instancia representa la supremacía de la mujer sobre el hombre, su inconmovible control sobre la procreación. Ningún argumento verbal puede cambiar eso.


No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia