Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INCIPIT 1.262. MELVILL / RODRIGO FRESAN


Ahora se sabe rodeado por todo y por todos, aunque también se sienta más solo que nunca. Aquí, la soledad perfecta de quien está afuera pero sin salida. Helado pero pronto a arder en fiebres. Hablando en crepitantes lenguas fogosas: chasqueando palabras que llamean y llaman, lejanas y ajenas a todo calor de hogar, a ese hogar al que se muere y en el que se morirá por volver.

Listo para ser un único recuerdo en tantas memorias diferentes. Deseando ser evocado así. Épico en su derrota. Hecho pedazos pero más fuerte que nunca porque ya no queda nada por romperse dentro de él. No hay nada que ocultar, todo ha sido revelado. Todo él para todos los demás. Expuesto ante todos y después de todo.

Su nombre pronunciado (mal pronunciado, acentuando la última sílaba, volviéndolo extranjero, afrancesado, aún más distante y, tal vez así, aún digno de mayor rechazo) con una mezcla de vergüenza y condena.

Su nombre a la vista de un jurado que jamás se arriesgaría a jurar por él y, de antemano, con veredicto alcanzado por unanimidad: “Joven Dilapidador de Familia Patricia”, así, con mayúsculas por escrito y remarcando las palabras al decirlas, es como se escribe en cartas y se dice de él en bailes y en banquetes y en misas.

Así, su sentencia a ejecutar sin demora ni posibilidad de apelación o indulto. Pero él todavía rogando por que al menos alguien testifique a su favor y tome nota y lo ponga en palabras y,  de algún modo, si no lo justifique al menos lo redima y le dé algún sentido y explicación y razón de ser.


No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia