Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INCIPIT 1.190. HAMNET / MAGGIE O'FARRELL


Un niño baja unas escaleras.

Es un tramo angosto que se revuelve sobre sí mismo. El niño avanza lentamente, deslizando la espalda por la pared, con un golpe seco de bota en cada escalón.

Casi al final se detiene un momento y se vuelve a mirar el camino andado. De pronto salta resueltamente los tres últimos peldaños, como de costumbre. Al llegar al suelo, tropieza y se cae de rodillas en las losas.

Es un día bochornoso de finales de verano, sin viento, y unos largos haces oblicuos de luz cruzan la estancia de abajo. El sol, amenazante, lo mira desde fuera y por las ventanas estampa una celosía amarilla en la pared.

Se levanta, se frota las piernas. Mira a un lado, hacia las escaleras; mira al otro, no sabe adónde ir.

No hay nadie en la estancia, la lumbre rumia en el hogar: abajo, ascuas anaranjadas; arriba, suaves espirales de humo. El pulso de las rodillas magulladas se acompasa con los latidos del corazón. Pone una mano en el pestillo de la puerta de las escaleras y levanta la punta de la gastada bota de piel como si fuera a moverse, a echar a correr. Tiene el pelo claro, casi dorado; unos mechones alborotados se le levantan por encima de la frente.

Aquí no hay nadie.


No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia