Es muy fuerte lo de los zombis, después del estupendísimo relato de Bolaño en su último libro y de las varias películas que, con mayor o menor fortuna, rozan y rizan el tema, ahora es Cormac el que nos habla del tema y nos deja sin aliento, con perdón. Copio un parrafito:
" Escarbaron en las ruinas calcinadas de las casas en las que antes no habían entrado. Un cadáver flotando en el agua negra de un sótano entre desperdicios y cañerías herrumbrosas [lanzas]. Entró en una sala de estar parcialmente incendiada y a cielo abierto. Las tablas alabeadas por el agua inclinándose hacia el exterior. Tomos empapados en una librería. Cogió uno y lo abrió, y luego lo volvio a dejar donde estaba. Todo húmedo. Pudriéndose. En un cajón encontró una vela. No había como encenderla. Se la metió en el bolsillo. Salió a la luz gris y se quedó allí de pie y fugazmente vió la verdad absoluta del mundo. El frío y despiadado girar de la tierra intestada. Oscuridad implacable. Los perros ciegos del sol en su carrera. El aplastante vació negro del universo. Y en alguna parte dos animales perseguidos temblando como zorros escondidos en su madriguera. Tiempo prestado y mundo prestado y ojos prestados con que llorarlo."
La carretera, de Cormac McCarthy, p.99-
Es casi Homero, ¿no?
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