Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INCIPIT 1.341. SANTANDER, 1936 / ALVARO POMBO


-¡Tú eres un señorito, Alvarín! -exclama Rafael Mazarrasa, dando una palmada en el hombro a su amigo.

-¡No se puede ser menos, desde luego! -contesta Alvarín, fruncido el ceño. Añade luego-: También eres tú un señorito. Es lo único que somos, señoritos del Muelle.

-¡Señoritos, sí, a mucha honra! Sí, nosotros llevamos corbata; sí, de nosotros podéis decir que somos señoritos ... ¿Te acuerdas de esas frases? Tú acababas de llegar a Santander, a España, a finales de octubre de 1933. Comentamos, ¿te acuerdas?, ese discurso. Somos señoritos porque así lo fueron siempre, en la historia, los señoritos de España. Así lograron alcanzar la jerarquía verdadera de señores, porque en tierras lejanas, y en nuestra patria misma, supimos arrostrar la muerte y cargar con las misiones más duras ...

-Señoritos es despectivo, somos niños bien, diga lo que diga José Antonio Primo de Rivera.

Es un día nublado de finales de 1934. El Muelle está casi vacío esta tarde. Santander, en cambio, está repleta de agitación a finales de ese año. Será una Navidad agitada por fuera y remansada por dentro. Mercedes, la cocinera, hará una rica cena de Navidad: un pavo asado relleno de manzanas y de pasas.


No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia