Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INCIPIT 1.002 BLANCO / BRET EASTON ELLIS


En algún momento de los últimos años, y no puedo precisar cuándo exactamente, una irritaci6n vaga pero casi abrumadora e irracional comenzó a acosarme hasta una docena de veces al día. Dicha irritación nacía de cosas tan aparentemente nimias, tan ajenas a mi campo de referencia habitual, que me sorprendía tener que pararme a respirar hondo para desarmar un fastidio y una Jrustraci6n que se debían a la tonteria de otros: adultos, conocidos y desconocidos en las redes sociales que exponían sus juicios y opiniones apresurados, sus preocupaciones sin sentido, siempre con la inquebrantable certeza de tener raz6n. Una actitud tóxica parecía emanar de cada post, comentario o tuit, la contuvieran realmente o no. Esa rabia era nueva, algo que no habla experimentado antes, y venia teñida de una ansiedad, una opresi6n que me dominaba cada vez que entraba en la red, una sensación de que de algún modo iba a cometer un error en lugar de simplemente dar una opinión o hacer una broma o criticar algo o a alguien. La idea habría resultado impensable unos años antes -que una opinión pudiera convertirse en algo que estaba mal-, pero en una sociedad enfurecida, polarizada, se aislaba a la gente por sus opiniones y se dejaba de seguirla porque se percibía de modos tal vez inexactos. Los miedosos comenzaban a captar instantáneamente la humanidad entera de un individuo en un tuit descarado, ofensivo, y se escandalizaban; se atacaba a la gente y se rompían amistades por apoyar al candidato «equivocada» o sostener la opinión «equivocada" o simplemente por manifestar la creencia «equivocada”. Era como si nadie pudiera diferenciar entre una persona viva y una ristra de palabras tecleadas a toda prisa en una pantalla negra zafiro. La cultura en su conjunto parecía alentar el discurso, pero las redes sociales se habían convertido en una trampa y lo que en el fondo querían era desconectar al individuo.

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia