Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

UPDIKE

Conejo es rico, John Updike
Harry lleva en los huesos la conciencia introyectada a lo largo de los años de que las noches de los dias en que Janice se ha peleado con su madre y ha bebido demasiado querrá hacer el amor. En los primeros diez años de su matrimonio, era difícil conseguir que ella se pusiera a tono, babia cantidad de cosas que se negaba a hacer y ni siquiera sabía que se hacían y que eran al parecer las cosas que estaban más presentes en la mente de Conejo, pero ella se desató desde que tuvo la aventura con Charlie Stavros, aproximadamente por la época de la llegada de una nave espacial a la luna, y como el estilo de los tiempos proclamaba que no había actos prohibidos, y además la muerte ya le estaba devorando el cuerpo lo bastante para que ella comprendiese que no era una vasija tan preciosa ni llegaría un superhombre para quien mereciese la pena reservarlo, Harry no tiene quejas. En realidad, las quejas en ese sentido podrían proceder más bien de ella con respecto a él. En algún momento de la primera época de la administración Carter, su interés por ella, que había sido bastante estable, comenzó a tambalearse y acabó convirtiéndose en una auténtica crisis de confianza. Él culpa al dinero: el hecho de tener por fin el suficiente le ha satisfecho enteramente; el dinero mismo, durmiendo en el banco, pierde valor constantemente, y eso también le preocupa, qué hacer con él, así como todo lo demás: los Phils, los muertos, el golf. Se ha apasionado por este deporte desde que se hicieron socios del Flying Eagle, sin que su juego haya mejorado mucho y sin que tampoco haya aumentado su impresión personal de que posee, escondidas en los recovecos de sus músculos, mayor potencia y pureza absoluta que en unos cuantos golpes afortunados de aquellas primeras partidas que jugó antiguamente. Se parece a la vida misma en que no se puede forzar su ejecutoria y en que su principio subyacente se niega a ser permanentemente invocado. Brazos como cuerdas) se dice él mismo a veces, con notable éxito, y luego, si la cosa va mal, Cambia de sitio tu peso" 0: No golpees con miedo, o Conserva el ángulo, refiriéndose al ángulo que forman el palo y los brazos cuando las muñecas están levantadas. A veces piensa que todo el secreto reside en las manos, luego que en los hombros y hasta en las rodillas. En este último caso no puede controlarlas. 

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia