-¿A quién recuerda con más cariño?
A Juan Benet. Con Benet tuve una relación fraternal. Sus novelas nunca me han interesado. El siempre me decía para provocarme: “He publicado otro tostón”. Tenía un modo de escribir que se me cae de las manos, pero era un sabio y una gran persona.
-Sin embargo Benet dijo más de una vez que le consideraba su maestro.
Pues no sé por qué. Quizá porque me quería entrañablemente. JB lo hacía todo bien, era un apersona inigualable. Y uno de los grandes ingenieros de la historia de España.
-Sin embargo le interesaba más la literatura.
Miren, una presa no se hace por afición. En su intimidad supongo que le interesaba más la literatura. Entre los ingenieros le tenían un respeto enorme.
-Lo conoció antes de que publicase nada.
Desde el principio Benet, cuando aún no había escrito nada, ya me pareció un gran valor, y me quedó claro que aquel joven iba a conseguir lo que quisiera.
-¿Perdió usted un poco el interés después de la guerra por el mundo cultural, y por la literatura?
El interés nunca se pierde. Sólo el entusiasmo. Como les he dicho, a quien más veía era a JB, porque era muy amigo mío, y primo de Fernando Chueca, gran amigo también. Benet tenía una cabeza que había que descubrirse delante de él. Tenía una inteligencia fenomenal. Al mismo tiempo estaba escribiendo una novela, como construía una de las presas más grandes de Europa, como la presa de El Atazar.
[…]
A Sánchez Mazas lo traté con cierta intermitencia. Era muy brillante y un gran periodista. Un gran escritor, de otro tiempo. A mi querido JB le gustaba mucho Sánchez Mazas como articulista.
En: Conversaciones con Pepín Bello, p.177
A Juan Benet. Con Benet tuve una relación fraternal. Sus novelas nunca me han interesado. El siempre me decía para provocarme: “He publicado otro tostón”. Tenía un modo de escribir que se me cae de las manos, pero era un sabio y una gran persona.
-Sin embargo Benet dijo más de una vez que le consideraba su maestro.
Pues no sé por qué. Quizá porque me quería entrañablemente. JB lo hacía todo bien, era un apersona inigualable. Y uno de los grandes ingenieros de la historia de España.
-Sin embargo le interesaba más la literatura.
Miren, una presa no se hace por afición. En su intimidad supongo que le interesaba más la literatura. Entre los ingenieros le tenían un respeto enorme.
-Lo conoció antes de que publicase nada.
Desde el principio Benet, cuando aún no había escrito nada, ya me pareció un gran valor, y me quedó claro que aquel joven iba a conseguir lo que quisiera.
-¿Perdió usted un poco el interés después de la guerra por el mundo cultural, y por la literatura?
El interés nunca se pierde. Sólo el entusiasmo. Como les he dicho, a quien más veía era a JB, porque era muy amigo mío, y primo de Fernando Chueca, gran amigo también. Benet tenía una cabeza que había que descubrirse delante de él. Tenía una inteligencia fenomenal. Al mismo tiempo estaba escribiendo una novela, como construía una de las presas más grandes de Europa, como la presa de El Atazar.
[…]
A Sánchez Mazas lo traté con cierta intermitencia. Era muy brillante y un gran periodista. Un gran escritor, de otro tiempo. A mi querido JB le gustaba mucho Sánchez Mazas como articulista.
En: Conversaciones con Pepín Bello, p.177
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