Incensurable, Luna Miguel, p. 137
Nabokov tarda 1.319,72 días en
dar la vuelta al sol. Tiene 7,626 kilómetros de diámetro y su albedo, esto es,
la proporción existente entre la energía luminosa que incide en su superficie y
la que esta refleja, se estima en 0,041. Fue un 20 de octubre de 1985 cuando el
astrónomo checoslovaco Antonín Mrkos encontró este asteroide y le dio el nombre
del escritor. Entre los más de doscientos cuerpos celestes descubiertos por
Mrkos, hubo otros que recibieron bautismos literarios: Joyce, Foucault,
Casanova, Orwell. Puro escritor macho, y dinámico, y centelleante, y astral.
7232 Nabokov se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter; bien lejos,
para su desgracia, de otro asteroide más tocho, alegre y próximo a nuestro
planeta, 433 Eros, a cuyos cráteres les han dado nombrecillos que hubieran sido
del agrado del ruso: Selene, Bovary, Dulcinea, Eurídice, Galatea y, claro está,
Lolita.

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