Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

NABOKOVIANA

De El viajero más lento, de Enrique Vila-Matas. p 71-72

«En Zezu los profesores enseñan sentido común. Los estudiantes viven abatidos», leemos en un aforismo de Lichtenberg. En las antípodas de esos profesores, Nabokov persistirá toda su vida en la lucha contra el sentido común, contra la descorazonadora normalidad de ese personaje vulgar y dominante que nos atenaza al acompañarnos con su maldita sombra a lo largo de todo el corredor de la vida. Esa sombra —la reina de nuestro sentido común— es de la que huye Nabokov, que, en uno de sus cursos de literatura, dejará caer este consejo a sus alumnos: «Cualquiera cuya mente es lo bastante orgullosa como para no formarse en la disciplina lleva oculta, secreta, una bomba en el fondo del cerebro. Y sugiero, aunque sólo sea por diversión, que coja esa bomba particular y la deje caer con cautela sobre la ciudad moderna del sentido común.» Para Nabokov la explosión de esa bomba particular producirá un fulgor y muchas cosas curiosas aparecerán bajo esa luz brillante: «Nuestros sentidos más raros y excelsos suplantarán durante un instante a ese personaje vulgar y dominante que atenaza a Simbad por el cuello en el combate de lucha libre entre el yo adoptado y el yo interior.»
Un episodio en la vida de Nabokov ilustra ese terrible combate entre la explosión de nuestros sentidos más raros y excelsos y la irrupción del personaje vulgar que nos atenaza —esa Sombra Reina de nuestro sentido común— y que nos recuerda en todo momento que lo más sensato es comulgar con ruedas de molino, es decir, no complicarse la vida, no pensar. Nabokov, que se halla en la habitación de un palace de cinco torreones que en la guía ostenta el signo de un pájaro cantor rojo para indicar lujo y aislamiento, está tranquilamente pensando y elaborando las páginas viajeras de Pálido fuego —su futura novela y una de las cumbres de la literatura de este siglo— cuando de pronto algo desmiente lo del lujo y aislamiento del hotel. En pleno vuelo a gran altura de su intelecto, un revuelo extraordinario justo a la puerta de su cuarto le deja totalmente descolocado. Como el revuelo no puede ser más cercano, asoma la cabeza al tiempo que prepara una terrible maldición... que queda en nada cuando ve lo que está ocurriendo en el pasillo. Un norteamericano perfectamente imbécil anda tambaleándose con una botella de whisky, y su hijo, un muchacho de doce años, está tratando de refrenarlo, repitiendo: «Por favor, papá, por favor, ven a la cama».

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia