SOBRE DE “Leer “Lolita” en Teherán”, escrita por Azar Nafisi
La señorita Daisy Miller se detuvo y se quedó mirándolo. Su belleza era visible incluso en la oscuridad; abría y cerraba su enorme abanico.
-¡No quiere conocerme¡ -dijo de súbito- ¿Por qué no lo dice claramanete?
(Daisy Miller)
James, según me recordó mi amiga Mina, explica en La musa trágica que su objetivo al escribir es plantear “el arte como una complicación humana y una traba social”. Esto es lo que hace tan complicado a James.
Me miró de soslayo y dijo: <<¿No ha oído hablar de la conversación entre el señor Davaii, nuestro más destacado novelista [iraní], y el traductor de Daisy Millar? Un día los presentaron. El novelista dice: “Su nombre me resulta familiar, ¿no es usted el traductor de Henry Millar?”. No, de Daisy Miller.” “Claro, de James Joyce, ¿no?” “ No. De Henry James” ” Ah, sí, claro, Henry James. ¿Y qué hace Henry James últimamente?” “ Está muerto, está muerto desde 1916”>>
Le conté a mi mago que la mejor forma de describir a mi amiga Mina era una frase que lambert Streter, el protagonista de Los embajadores de James, utiliza para describirse a sí mismo ante su “alma gemela”, Maria Gostrey. Le dice: “Soy un fracasado perfectamente preparado”. “¿Un fracasado perfectamente preparado?”, preguntó. “Sí, ¿y sabes lo qué le responde ella?”
-Gracias a Dios que es usted un fracasado, ¡por eso lo trato con deferencia¡ Todo lo demás esa actualmente demasiado horroroso. Mire a su alrededor, fíjese en los triunfadores. ¿De veras le gustaría ser así? Más aún –prosiguió Maria- fíjese en mí.
Durante un breve instante se miraron a los ojos.
-Entiendo –replicó Strether-. Usted también está fuera.
-La superioridad que ve usted en mí –convino ella- anuncia mi futilidad. ¡ Si conociera –dijo suspirando- los sueños de mi juventud¡ Pero son nuestras realidades las que nos han reunido. Somos compañeros de armas derrotados.
(Los embajadores)
Casi todos los personajes de HJ pertenecen a esa categoría. Son individuos que eligen voluntariamente el fracaso para conservar su sentido de la integridad. Son más elitistas que pretenciosos, gracias a su elevado criterio. Creo que HJ pensaba que él era un fracasado en muchos aspectos, con sus novelas sobre malentendidos y su empeño en mantenerse fiel a la literatura en que creía.
El 4 de agosto de 1914, HJ escribió en su diario: “Todo se oscurece en estos tiempos, malogrado por la espantosa situación pública. Hoy es la fiesta de los bancos, pero con un horrible suspense y las peores posibilidades flotando en el aire” Acerca de su experiencia en la Primera Guerra Mundial, escribió que “casi acabó conmigo. Aborrecía haber vivido de algo y dentro de algo tan espantoso y horrible”. También: “pero tengo una idea de la catástrofe y entiendo que la vida es feroz y siniestra”. “La guerra ha consumido las palabras: se han debilitado, se han gastado como los neumáticos de un coche; al igual que ha ocurrido con millones de cosas, durante los últimos seis meses se ha abusado de ellas, se las han maltratado, se ha borrado su alegre aspecto más que en el resto de la historia de la humanidad, y ahora nos enfrentamos a una depreciación de todos los términos o, por decirlo de otra forma, a una merma de su capacidad expresiva y a un aumento de su vaciedad que hace que nos preguntemos qué fantasmas quedarán en circulación”
“No me atrevo a decirle que no se aflija ni se rebele –escribió a una amiga viuda-, porque si en algo tengo experiencia es en la imaginación, y porque soy incapaz de decirle que no sienta. Sienta, sienta, le digo, sienta por todo lo que valore, aunque parezca que pierde media vida, porque es la única forma de vivir, sobre todo de vivir bajo esta terrible presión, y es la única manera de honrar y glorificar a esos seres maravillosos que son nuestra dignidad y nuestra inspiración”
“Negra y espantosa se me figura la tragedia que se prepara, y me hiere de muerte haber vivido para verlo. Usted y yo, ornatos de nuestra generación, no deberíamos haber presenciado este naufragio de la fe en la pujante civilización ni que lo peor se hacía posible”.
“Debemos construir a toda costa nuestras propias contarrealidades”.
“Vive todo lo que puedas; es un error no hacerlo. No importa mucho lo que hagas en particular mientras tengas tu vida. Si no la has tenido, ¿entonces qué has tenido? Soy demasiado viejo… demasiado viejo en cualquier caso para lo que veo. Lo que se pierde perdido está; no te confundas con eso. Sin embargo, tenemos la ilusión de la libertad; que no te falte pues, como a mí actualmente, el recuerdo de esa ilusión. En su momento fui demasiado necio o demasiado inteligente para tenerla y ahora soy un caso de reacción contra la equivocación. Porque fue una equivocación: ¡Vive, vive¡”
(Los embajadores)
“Trabajamos en la oscuridad, hacemos lo que podemos, damos lo que tenemos, nuestra duda es nuestra pasión y nuestra pasión es nuestra tarea. El resto es la locura del arte”.
Y DE POSTRE UNA JOYA DE FLAUBERT: “Hay que tener corazón para sentir el corazón de los demás”
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