INCIPIT 925. MORIR EN PRIMAVERA / RALF ROTHMANN

El silencio, el rechazo absoluto a hablar, especialmente sobre los muertos, es un vacío que tarde o temprano la vida termina llenando por su cuenta con la verdad. En su día, si le preguntaba a mi padre por qué tenía el pelo tan fuerte, él respondía que era por la guerra. Cada día se frotaban el cuero cabelludo con jugo de abedul, no había nada mejor; no prevenía los piojos, pero olía bien. A un niño le resulta bastante difícil comprender qué relación puede haber entre el jugo de abedul y la guerra y, no obstante, yo no hacía más preguntas. Sabía que, como sucedía con todo lo relacionado con aquella época, tampoco habría obtenido una respuesta más precisa. Esta se presentó por sí sola décadas más tarde, cuando cayeron en mis manos unas fotografías de tumbas de soldados y vi que, en el frente, la mayoría cruces estaban hechas con ramas de abedul joven. 

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